viernes, 12 de marzo de 2010

Difusion: Por un bicentenario sin hambre

Por un bicentenario sin hambre

Miguel Andrés Brenner


(Argentina).- Se encuentran afectados por amenazas, secuestros, golpizas, tanto niños como educadores o voluntarios del Hogar Juan XXIII de la Congregación Don Orione, de la Fundación Pelota de Trapo, del Movimiento Nacional los Chicos del Pueblo. Pelota de Trapo y los Chicos del Pueblo instalan la campaña El Hambre es un Crimen. Ése es el problema. Desde 2008 hubieron intimidaciones. Nadie identifica a los culpables, que son mercenarios en la ejecución, ni se dan a conocer los móviles políticos y económicos como autores intelectuales. Ciertamente, el problema es la campaña, no la realidad, que excede a cualquier discurso o narrativa.

EL HAMBRE ES UN CRIMEN Pero hagamos un breve análisis de la expresión El Hambre es un Crimen:
" Hay un sujeto y un predicado. El sujeto señala injusticia que atenta contra la misma vida. El predicado es indicativo de una destrucción sistemática de la vida, de genocidio, y si hay crimen, por ende, criminal.
" El hambre es una construcción política y económica. Económica, por cuanto la forma como los seres humanos resuelven sus necesidades materiales de existencia es mediante un genocidio no reconocido como tal. Más precisamente, ciertos seres humanos, ciertas organizaciones y/o redes financieras, extractivas y productivas se benefician con la exclusión de la vida, con la producción de sobrantes o desechos humanos. Matando a los niños se mata el futuro. Política, por cuanto las relaciones de fuerza establecen las condiciones a fin del crimen.
" ¿Y quién sería el criminal? Hay múltiples responsabilidades, mas cabe señalar, en principio y antes que nada, a la alta dirigencia política, económica y sindical, sectores que ejercen fuertemente el poder, dentro de un régimen que avala las hiperganancias especulativas, extractivas y productivas, en un contexto de corrupción generalizada y destrucción del medio ambiente.
" Sin embargo, el crimen debiera quedar sin criminal, no sea que de tanto mencionarlo aparezca su nombre, aparezcan sus nombres, sean identificados. A tal efecto, surge una expresión sustituta. Ya no El Hambre es un Crimen.

POR UN BICENTENARIO SIN HAMBRE Y SIN REPRESIÓN Hagamos un breve análisis de la mencionada expresión:
" Hay un sujeto y un predicado. Cambia el sujeto, desaparece la injusticia, es reemplazada por el festejo, el bicentenario. Si desaparece la injusticia, por ende, también el crimen y el criminal.
" El festejo es una construcción discursiva política y económica. 1810 señala el reemplazo del colonialismo español por el colonialismo de Gran Bretaña, que instituye una nueva división internacional del trabajo dentro del capitalismo industrial y sus políticas liberales, doscientos años después nos encuentra un colonialismo liderado por los Estados Unidos de América con el capitalismo globalizado de base financiera y sus políticas neoliberales. Y no habría que memorar las luchas por la emancipación, por la liberación. Es decir, la posición inicial es más el festejo que la lucha.
" El predicado hambre no es ya el sujeto principal de la cuestión, no es el principal problema. Sería algo que el festejo podría sacarse de encima. Radicalmente es bueno, el hambre, sólo una especie de forúnculo que podría extirparse.
" El complemento sin represión alude a la no represión de las protestas sociales, pero no de cualquiera, sino de las aceptadas o soportadas como tales. No entra en juego, aquí, la represión de la vida.

ASIGNACIÓN UNIVERSAL POR HIJO ¿Es suficiente? Si fuere implementada, no podemos ser principistas y rechazarla. Consideremos que es una política de emergencia. Si se instituye como única, avala la explotación y opresión humana del régimen económico y político vigente. Claramente se muestra no existir voluntad política a fin de superar la pobreza como construcción histórica, además, teniendo en cuenta que no afecta solamente a la niñez.
¿Y recién ahora nuestra clase político partidaria y político mediática ha descubierto la pobreza?




Gentileza:: Miguel Andres Brenner [andresbrenner@yahoo.com.ar]

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